Libertad de amar.
En el año 2020 muchos son los sectores que se han visto alterados a causa del COVID-19, sectores que tienen detrás a personas con nombres y apellidos. Personas que han visto una modificación brutal en sus vidas por cuestiones de salud y por recomendación sanitaria. Este es el caso del colectivo LGTBIQ. Un colectivo que en su fase más primaria tiene a sujetos que viven en casa sin haber tenido esa "salida" del armario y cuyos sentimientos y necesidades no solo se han visto afectadas, sino que han tenido que fingirse y modificarse por miedo al rechazo.
De ahí surge la idea de nuestra III Semana de la Diversidad de UBrique. Libertad. Un concepto muy básico que se nos definde como la facultad y derecho de las personas para elegir la manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad. Ese derecho a veces se ve modificado por cuestiones como la explicada con anterioridad. La libertad implica de manera directa a personas libres en todo lo que pudiera afectarle de manera frontal.
Y, ¿qué simbolo se nos viene a la menta cuando hablamos de libertad? ¡Exacto! La Estatua de la Libertad, casi 100 metros de alto que demuestran y ensalzan a "la libertad iluminando al mundo". Además se encuentra en la Isla de la Libertad, en New York. Este monumento de cobre lleva casi 150 años demostrándole al mundo un significado claro y conciso; libertad y emancipación frente al odio y la opresión.
Nuestro cartel, en definitiva, es un gesto a todo lo ocurrido en el mundo y en nuestra sociedad. Nuestra bandera se proclama como garante de esa libertad, enfundandose en críticas y opiniones de aquellos que no toleran esa libertad, ensalzando de esa manera la lucha del colectivo LGTBI que la propia estatua de la libertad levanta con la propia fuerza de la justicia.
En un fondo con los colores que representan la igualdad de nuestra bandera LGTBIQ, se puede observar al mismo modo dos gestos importantes en rasgos generales. Un crespón negro donde intentamos dar un homenaje a los españoles y españolas que han fallecido por causas derivadas del coronavirus o por el propio virus. Familias que se han visto rotas por esta pandemia mundial. Y el color negro de la estatua de la libertad. Un gesto al pueblo americano que hoy rabia en dolor por la escalada de racismo que viven sus calles. Es imposible no defender la multiculturalidad de un mundo global, si entendemos la libertad como el valor baluarte de todos los demás valores.
Hay que tener libertad para amar, y hacerlo sin miedo, sin pensar en repercusiones porque vida hay una, y hay que disfrutarla aunque a veces duela un poco. Amar y amarse, son las dos sensaciones más bonitas de este mundo.
Así que recordar:
Libertad de amar, amar en libertad.
Aunque haya personas que aún no lo toleren.
No nos detendrán.
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